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Diario YA


 

El Anticristo (I)

Diversas manifestaciones... un Todo

Daniel Ponce Alegre.
Teólogo. Pontificia Academia Eclesiástica, de CC. Sociales y Políticas.

Desde tiempos del Emperador Nerón se ha identificado al Anticristo de muchas maneras.
Con figuras históricas procedentes de las invasiones bárbaras del centro y norte de Europa, de aquéllas procedentes de las invasiones islámicas y de las hordas asiáticas, e incluso con personas concretas como Napoleón, Stalin o Hitler.
Ha sido menos frecuente identificar al  Anticristo con filosofías e ideologías degradantes en lo personal ( hedonismo ), en lo social, cultural y político ( modernismo, liberalismo, Ilustración, marxismo con sus manifestaciones materialistas socialista y comunista, y el nacionalismo político o indigenista ) y degradantes también en el aspecto Doctrinal y Religioso mediante las corrientes heréticas y paganizantes del esoterismo, panteísmo, sincretismo, deísmo, naturalismo o gnosticismo en cualquiera de sus manifestaciones, en especial en aquellas de raíz judaica como la Cábala y la Judeomasonería.
En la Serie de artículos que inicio hoy en Diario Ya, nos vamos a ocupar especialmente de la menos hablada, y de la que cuando se habla de ella, se habla con menos rigor e incluso con desprecio y odio hacia La Iglesia y hacia su Capitán y Rey, Jesucristo.
Vamos a hablar de:
El Anticristo ocupando La Sede del Vicario de Cristo, el Anticristo como manifestación y presencia del  '' humo de Satanás dentro de La Iglesia ''.
Hemos decidido ocuparnos de ello no sólo por ser una cuestión de actualidad en estos Tiempos del Fin, muy debatida en ámbitos y foros eclesiales y no eclesiales, sino porque entendemos la gravedad de la situación y porque sabemos que lo que determinará el Retorno del Rey, La Vuelta de Jesús, será:
'' Que el hecho abominable que causa desolación esté en El Templo, en pie en El Lugar Santo ''.
Que Dios Padre, por medio de Jesucristo, nos ayuden en esta tarea y nos concedan la Guía del Espíritu Santo para mostrar La Verdad, Fortalecer La Fe de los hermanos y ser causa de amonestación para aquellos '' hijos de su Padre El Diablo y miembros o colaboradores de La Sinagoga de Satanás ''.