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Diario YA


 

Flores a domicilio contra la pandemia

La pandemia ha cambiado muchas cosas de nuestra forma de vivir y, sobre todo, de nuestro hogar, y de las dinámicas que tenemos con las personas que convivimos. Nuestro tiempo en casa ha aumentado; y entre otras cosas, la gente ha empezado a recuperar la pasión por las flores domésticas.
En el pasado, mucha gente se encontraba reacia a comprar flores para decorar su hogar. No disponía del tiempo suficiente y no podía dedicarle la atención que merecía. Pero ahora, con muchas otras actividades restringidas, numerosas personas se han apuntado a comprar flores a domicilio, no tan solo para decorar, sino para sentirse llenas a nivel personal.

Un balcón para cada gusto
Paseadores habituales han lamentado el salir a la calle y no ver el típico escaparate de una floristería exponiendo flores de todas las variedades y de todos los colores. Pero la compra de flores a domicilio ha significado un contrapunto ante este hecho: ahora muchos se animan a plantar en sus terrazas, y donde ahora los escaparates están vacíos, los balcones se llenan.
Este hecho está comprobado: la pandemia ha hecho aumentar la venta de flores a domicilio. Aunque sus tiendas no puedan estar abiertas o el acceso a ellas esté restringido por aforo, los floresteros han sabido reinventarse y han puesto todos los medios necesarios para que cada uno pueda obtener sus flores favoritas de forma online sin ninguna complicación. Acompañado con la posibilidad de obtener todo lo necesario para que nuestra planta crezca sin ningún problema, esto está al alcance para quien planta su primera flor hasta quien ya se adorna con montones de ellas.

Las flores, nuestras amigas
Es bien sabido que las flores no son un simple pasatiempo: suponen una gran manera de sentirse mejor a nivel personal. Una planta bien cuidada no solo sirve para lucirla, sino que ella también hará brotar en nosotros paz, cariño y dedicación para ver a un ser cobrar vida gracias a los cuidados que le proporcionamos.
En este sentido, las flores son una gran recompensa a medida que se desarrollan. Con el estrés y las complicaciones que se han derivado de la pandemia, el cuidado de las flores supone un antídoto para no sucumbir al desánimo. De esta manera, los tiempos muertos que aparecen irremediablemente en este estar encerrado en casa o no saber bien qué hacer, pueden reconvertirse en una actividad que realizar junto a nuestros seres queridos, transformando circunstancias negativas en oportunidades.

Un fenómeno social
Los balcones adornados con parterres y las calles coloreadas con los vivos colores de las flores forman parte del paisaje de muchos países que contemplan este hecho como innato en su cultura. Ahora, un hecho como el de una pandemia mundial puede llevarnos a que sea ahora nuestra calle la que rebose de luminosidad en esta tendencia florera que estamos encontrando.
Así, las flores no solo nos ayudan individualmente, sino que son un acontecimiento social, colectivo. Pueden llegar a formar parte de nuestro ser en conjunto. Con todas las facilidades a nuestra disposición, solo queda poner ese pequeño esfuerzo de nuestra parte para que esto pueda acabar de darse.