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La Biblia - Lectio Divina ( IV ): Copias fiables

Daniel Ponce Alegre.Teólogo y Antropólogo.Muchas de la obras antiguas que al fin pasaron al olvido se habían tallado en piedra o grabado en tablillas de barro duraderas. No fue así con la Biblia que originalmente se escribió en papiro y en pergamino materiales mucho menos duraderos.
El resultado de esto fue que los manuscritos originales desaparecieron hace muchísimo. Entonces, ¿cómo se conservó la Biblia?.
Mediante miles de copias hechas laboriosamente a mano.
Hay, obviamente, un peligro cuando algo se copia a mano. Sir Frederic Kenyon, el famoso arqueólogo que fue bibliotecario del Museo Británico, explicó:
" Hasta ahora no se han creado la mano ni el cerebro humanos que puedan copiar completamente una obra larga sin cometer algún error. Cuando un error se introducía en un manuscrito, se repetía cuando ese manuscrito se usaba como base para copias futuras ".
En vista de los muchos miles de copias que se hicieron de la Biblia, ¿cómo sabemos que este proceso no la cambió hasta hacerla irreconocible?.
Consideremos el caso de la Biblia Hebrea, el Antiguo Testamento o Antigua Alianza.
En la segunda mitad del siglo VI a. C., cuando los judíos regresaron del exilio en Babilonia, un grupo de hebraístas conocido como los soferim o " escribas ", llegaron a ser los guardianes del texto de la Biblia Hebrea, con la responsabilidad de copiar aquellas Escrituras para su uso en la adoración pública y privada. Eran hombres muy devotos a su labor, profesionales, y su obra fue de la mejor calidad.
Desde el siglo VII hasta el X los que hicieron esta labor fueron los masoretas cuyo nombre deriva de la palabra hebrea que significa " tradición ", y básicamente ellos también eran escribas encargados de conservar el texto hebreo original. Los masoretas eran meticulosos y tenían que usar como texto maestro una copia debidamente autentificada, y no se le permitía escribir nada de memoria. Existía el requisito rabínico de que todos los manuscritos nuevos se sometieran a corrección de pruebas y de que las copias defectuosas se descartaran inmediatamente.
Hasta 1947 era difícil saber con cuánta exactitud transmitieron los soferim y los masoretas el texto pues los más antiguos manuscritos hebreos completos eran del S. X.
Sin embargo, en ese año se hallaron fragmentos de manuscritos muy antiguos en ciertas cavernas y grutas cerca del Mar Muerto, y entre estos había partes de libros de la Biblia Hebrea. Algunos fragmentos eran de antes del tiempo en que Cristo estuvo en la tierra.
Los escriturarios los compararon con los manuscritos hebreos existentes para ver la exactitud en la transmisión del texto. Entre las obras de más antigüedad descubiertas estuvo todo el libro del Profeta Isaías, y la similitud es asombrosa.
Las diferencias son debidas a estilos grafísticos o de errores al copiar que no cambian en absoluto el sentido del texto. Es una verdadera maravilla el que por miles de años el texto experimentara variaciones tan leves y que cuando éstas son algo más evidentes se deben a una reelaboración del texto bíblico sobre la base de su propia lógica integral, de modo que la forma se amplía o extiende, pero la sustancia permanece igual.
La clave exegética o hermenéutica era, y esta es la clave para la interpretación de la Biblia que nos libra de errores arrastrados por falsas " tradiciones " de procedencia grecolatina o babilónica, como la dualidad antropológica, la inmortalidad del alma o deidades trinitarias:  
Explicar la Biblia por medio de la Biblia en la misma transmisión del texto.
Como conclusión, reflexionemos sobre los siguientes ejemplos de los que no se duda de la autenticidad de la obra ni del autor:
La Guerra de la Galias de César, obra compuesta entre los años 58 y 50 a.C., tiene varios manuscritos existentes pero 10 son buenos y el más antiguo es de unos 900 años después de los tiempos de César.
De los 142 libros escritos por Tito Livio sobre la Historia Romana, 59 a.C. - 17d.C., sólo se conservan 35 y los conocemos por no más de 20 manuscritos, de los cuales sólo uno de ellos es del S.IV d.C.
De los 14 libros de la Historias de Tácito, 100 d.C., sólo sobreviven 4 y medio; de los Anales, 10 libros completos y 2 en parte, siendo estos manuscritos de los siglos IX y XI.
Situaciones similares suceden con las obras de Tucídides y Heródoto.
¡ Comparemos estos ejemplos con el hecho de que hay miles de manuscritos de diversas partes de la Biblia, y algunos de esos manuscritos de la Escrituras Griegas o Nuevo Testamento datan de menos de 100 años desde el tiempo de su escritura original !.
Una prueba más de que la Biblia es verdadera Palabra de Dios, cuidada por Él para nosotros como Guía y Luz en medio de este mundo hasta el Fin del mismo y la Venida de Reino.

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