Principal

Diario YA


 

LA DESAFECCIÓN AL BIPARTIDISMO AMENZA A CIUDADANOS Y PODEMOS

Las encuestas preocupan a los emergentes

Portada de Cambio 16 dedicada a Iglesias y Rivera

Francisco Torres García. Es evidente que las encuestas se han convertido en algo primordial a la hora de establecer el nexo de unión entre los ciudadanos y los partidos, especialmente cuando, como ahora acontece, existe una notable incertidumbre sobre qué puede acontecer en las próximas citas electorales.

Pese a la canícula, anotando el descanso bisemanal del agosto central, se han prodigado encuestas encargadas por los diversos medios, en las que curiosamente los resultados en gran parte muestran tendencias en consonancia con las líneas editoriales (a resultas de la interpretación de determinadas preguntas) y por fin aparece el barómetro del CIS (el CIS casi siempre interpreta en consonancia con el gobierno aunque si se estudian los resultados la lectura es siempre muy matizable).

El barómetro del CIS solo ha hecho confirmar algo que ya estaba en el tablero de juego: que el PP recupera votos muy lentamente y que ganaría las elecciones. Este es el titular que han resaltado los medios afines al gobierno. Ahora bien, ganaría las elecciones bastante lejos de la mayoría absoluta y tendría que buscar el apoyo de Ciudadanos que puede ser insuficiente. Esta es la otra lectura.

Nadie ha negado el valor de tendencia que tiene el barómetro por más que algunos repitan eso de que la única encuesta válida es la de las urnas. El PP recupera voto y en un análisis sectorial se indica que lo hace a costa del voto que se marchó a Ciudadanos y también, aunque algunos no lo crean, a PODEMOS. Es evidente que si los datos macroeconómicos y la propaganda sigue su camino el PP seguirá recuperando voto, pero no es menos cierto que pocos estiman que porcentualmente el crecimiento supere al final los cinco puntos con respecto a europeas y autonómicas.

Lo que marca la tendencia es la inestabilidad del electorado de eso que se han llamado los emergentes que son la clave de las próximas elecciones. También en esto el barómetro y las encuestas no hacen sino confirmar lo evidente. El triunfo relativo ha sido un arma de doble filo para Ciudadanos, un partido que no se sabe muy bien dónde está y cuál es su sentido para poder crecer. El aluvión y los pactos no le han sentado bien y su futuro pasa por los resultados en Cataluña. Eso qué significa, que su suelo anda sobre el 10% y que puede que quede reducido a eso, lo que hará bajar en mucho el tono desafiante de Rivera ante Mariano Rajoy.

Otro cantar es lo que ocurra con PODEMOS. Sus dirigentes suelen tener muy en cuenta los datos sociológicos. A estas horas saben que lo que se planea teóricamente puede salir mal en la práctica. Si el diseño electoral y de pactos fue teóricamente perfecto en la realidad les ha colocado en el peor de los escenarios. Pablo Iglesias y su equipo quieren asaltar el poder, obtener un resultado que les permita gobernar y hacia ello caminaban en todas las encuestas llevando a su cola al PSOE y a IU. Para eso necesitaban ir más allá de la izquierda, de ahí el giro en el discurso buscando la transversalidad para poder atraer el voto descontento y el voto nuevo que no fuera de izquierdas. ¿Qué es lo que ha salido mal para que se produzca el retroceso en las encuestas y se quede en un importante pero insuficiente porcentaje para sus objetivos?

Lo que ha salido mal son sus representantes en el poder. También en esto son víctimas del aluvión y de creer en presuntos líderes sociales prefabricados durante una década a base de subvenciones oficiales y sin más representación real que la que les daba el poder y los medios. Llevan dos meses en el poder y lo único que pueden ofrecer son boutades, rojadas de todo tipo, banderas gay, escasas soluciones y comportamientos como los de la denostada casta. Tienen el poder en Madrid y Barcelona, el laboratorio propagandístico perfecto y lo han tirado por la ventana con esa nulidad llamada Carmena (doña Rogelia gobernando) y esa extraterrestre apellidada Colau. Y para colmo todos andan colocando a novios, primos y hermanos.

Dicen los PODEMOS que les queda tiempo para rectificar, para recuperar el espacio. Me parece que no, porque para ello tendrían que meter en cintura a los que han probado las mieses del poder y están encantados de haberse conocido. El resultado será que muchos de aquellos que entraron en la desafección al bipartidismo, y les apoyaron, ahora serán también desafectos a ellos.
 

Etiquetas:CiudadanosFrancisco TorresPODEMOS