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Diario YA


 

Tintín cumple 80 años de reportero de prensa

José Luis Orella. 13 de enero.

En un periódico católico como YA, no podía faltar una alusión a Tintín, el famoso reportero del periódico hermano Le Vingtième Siècle. Hace 80 años, el joven periodista partía de Bruselas hacia el País de los Soviets, para explicar al público belga la verdad que se escondía detrás del “paraíso comunista”. Desde entonces Tintín sigue manteniendo un lugar privilegiado entre los adolescentes. Su atractivo siempre ha sido grande, debido a la profusión de dibujos de gran acción y dinamismo, acompañado por poca letra, pero lo suficientemente explícita para entender la acción, el comic era la puerta por la que el joven se saciaba de aventura, acción y espíritu romántico, a través de las peripecias de sus héroes favoritos.

Por esta cuestión, el comic fue de gran trascendencia en la labor de formación de los jóvenes. La gran receptividad de éstos a los mensajes de los comics los convertía en canales de información de primera importancia. Entre los comics más destacados, el de Tintín, creado por el belga Georges Rémi, más conocido por Hergé, ha sido el caso más sobresaliente de conciliar el mensaje del comic con la defensa de los principios más vitales. Hergé, fue un joven dibujante que debutó en las páginas del periódico católico Le Vingtième Siècle y fue miembro de los Boy Scout Católicos y simpatizante del movimiento Christus Rex, surgido en la juventud de acción católica. Desde su pincel salió el personaje de un joven reportero del mismo periódico, llamado Tintín, siempre acompañado de su fiel perro, Milu. En divertidas aventuras, el pelirrojo periodista recorre el mundo imbricándose en los sucesos internacionales más famosos del momento. Tintín representa en esas aventuras, un modelo perfecto de comportamiento para la juventud belga.

En los diferentes álbumes, Tintín en el País de los Soviets, Tintín en el Congo, Tintín en América, La Oreja rota, El cetro de Ottokar, El loto azul y Tintín en el país del oro negro. Hergè defenderá el papel de los misioneros en África, admirará los Estados Unidos como país emprendedor y criticará a los traficantes de armas, citándoles con sus nombres de verdad. También, demostrará su desdén hacia el comunismo, la expansión imperial japonesa en China y el militarismo germano.

Con el estallido de la segunda guerra mundial, Hergè pasó a ser el redactor jefe del suplemento juvenil de Le Soir, el periódico de más tirada en Bélgica. Bajo la ocupación, Hergè distrae a Tintín en aventuras con ausencia de contenidos políticos, como El cangrejo de las pinzas de oro, El secreto de Rackham el rojo y Las sietebolas de cristas. Sin embargo, en La estrella misteriosa, Hergè preanuncia el final del orden nuevo. Después de 1945, pasará un tiempo en la lista negra acusado de colaboración por haber seguido dibujando en los años de la ocupación. No obstante, a pesar de las acusaciones infundadas, conseguirá la libertad de dibujar y hacer de Tintín uno de los mejores comics. Desde sus viñetas, el siempre joven reportero siguió manteniendo su defensa de los más débiles, demostrando su simpatía por los tibetanos y señalando hechos poco conocidos como la pervivencia de la esclavitud en algunos países islámicos de África. También se encontrará partícipe de la Guerra Fría en nuevas aventuras, como Objetivo la Luna. Será testigo de los populismos revolucionarios en Hispanoamérica con La oreja rota, y de los problemas del Próximo Oriente en Tintín en el país del oro negro. Su autor, Hergè, será condecorado en 1977 con la Medalla Sobredorada de Angulema y al año siguiente obtendrá el nombramiento de Oficial de la Orden de la Corona en Bruselas. En 1982, su fama será tal que la sociedad de astronomía belga nominará a un asteroide situado entre Júpiter y Marte como Hergè. Al año siguiente, Tintín y Milu llorarán la pérdida de su creador. Sin embargo, Tintín sigue representando en la actualidad, la imagen de un profesional de la prensa, comprometido con los más necesitados desde su Fe católica.

 

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